La lluvia de ideas, también conocida como brainstorming o tormenta de ideas, consiste en una técnica de pensamiento que ayuda a fomentar la creatividad, estimular el trabajo cooperativo, superar bloqueos y eludir prejuicios. También se considera entre las tecnicas de estudio aplicables de manera individual.
La diseñó Alex F. Osborn, un original y exitoso publicista que escribió varios libros sobre pensamiento creativo. En uno de ellos, How to think up, presentó esta actividad, la cual ya había utilizado con anterioridad en su agencia de publicidad.
El método resulta muy sencillo e intuitivo y permite trabajar a varios niveles y con diferente cantidad de personas o de manera individual, con la ventaja también de ser aplicable a diferentes rangos de edad.
La base de la técnica consiste en potenciar la creatividad y romper los obstáculos que puedan entorpecerla debido a diferentes situaciones, como tensión en una reunión, bloqueos personales o colaborativos o novedad de la tarea. Sirve igualmente para proporcionar puntos de partida o romper el hielo en un grupo.
La lluvia de ideas se basa en cuatro puntos fundamentales:
– Dejar que fluyan las ideas, sin autocensuras, para romper la habituación.
– Evitar las críticas para favorecer la espontaneidad.
– Utilizar la cantidad antes que la calidad de las ideas. Interesa que aparezcan muchas, para luego proceder a su selección.
– Fomentar la colaboración sin competición.
Las formas de realización son variadas y efectivas siempre que se respeten los principios básicos que rigen la técnica y la dotan de fuerza y eficacia.
El desarrollo clásico recorre los siguientes pasos:
– Se plantea el objetivo con claridad, de manera que todos hayan entendido tanto la tarea que va a realizarse como el objetivo y el asunto concreto al que se aplica la técnica.
– Se fija el tiempo de duración de la sesión, por ejemplo 30 minutos.
– Uno del grupo se encargará de apuntar en una pizarra, rotafolio u ordenador con proyector las diversas ideas, de modo que todos los participantes vean las que van apareciendo.
– Las ideas se expresan mediante una sola palabra o expresiones breves.
– No se juzgan las ideas, aunque sí se pueden aprovechar las que salen para generar otras.
– Se propone un número objetivo de ideas que hay que alcanzar.
– Se evalúan las ideas aportadas. Esto se puede hacer en esa misma sesión o en otra. Si es un proceso de grupo, será mejor que evalúen esas ideas los mismos que las generaron mediante algún sistema de decisión sencillo y rápido, para poner en marcha el proceso creativo que se está buscando.
A partir de esta técnica fundamental, se pueden hacer variaciones según lo que se pretenda conseguir o cómo se quiera trabajar.
Esta técnica se suele aconsejar dentro de las técnicas de estudio individual a los estudiantes, escritores, creativos, diseñadores y publicistas, para dejar fluir su imaginación y romper los automatismos que tiene el pensamiento racional. Se desarrolla en los siguientes pasos:
- Enfocar el problema
- Dejar fluir la imaginación, sin limitaciones
- Objetivar las ideas en forma de palabras o expresiones concisas y escribirlas
- Alejarlo en tiempo y espacio, es decir, dejar reposar lo escrito
- Volver sobre ello al cabo de un momento o unas horas y seleccionar ideas
El brainwriting es una adaptación de la lluvia de ideas al formato escrito para facilitar la aparición de ideas sin necesidad de tener que expresarlas en voz alta. Una de las maneras de desarrollarlo consiste en que el dinamizador pase una hoja con alguna idea ya anotada o bien que el primero que la recibe ponga una o dos ideas y se la pase al siguiente, quien añadirá otra u otras dos y la pasará al siguiente, y así sucesivamente. Al final se recoge y se procede a su evaluación.
También se puede hacer de manera que cada participante escriba en una hoja una o dos ideas. A continuación, se pasan todas las hojas de mano en mano para que cada uno añada en las diversas hojas una o dos ideas. Finalmente, se exponen todas mediante el proyector o en la pizarra para su evaluación.
Actualmente se encuentran numerosas aplicaciones en Internet para trabajar con esta técnica. Una de las más conocidas se llama Freemind, una aplicación gratuita para diseñar mapas de ideas según se van produciendo, con añadidos y rectificaciones, enlazándolos entre sí de la manera que se quiera.
MindMeister sigue parecidos procedimientos que la anterior mediante la realización de mapas mentales en línea. Fácil de manejar y con muchas posibilidades gráficas.
Parecidas prestaciones ofrece MAPUL, que además permite la inserción de imágenes dentro del mapa, con lo que gana en capacidad expresiva.
La lluvia de ideas es una técnica muy efectiva y sencilla, fácilmente aplicable y que consigue resultados sorprendentes para hacer avanzar la creatividad de un grupo o la de un individuo que necesita generar nuevas ideas.